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La industria del seguro sigue encontrándose a la cola de la utilización digital, al menos en el proceso E2E. Los últimos pasos en la digitalización de las personas son la compra online de una lechuga y más tarde, la de un seguro.
El motivo principal es la falta de entendimiento del producto (seguimos con productos preparados para una venta con agente trasladados a online!), pero también los sesgos cognitivos subyacentes que derivan en una procrastinación continua (al final se convierte en un producto que se vende y no un producto que se compra).
Sin embargo esta situación varía mucho por ramo, madurez digital o formación en la materia.
Oportunidades
Las grandes oportunidades específicas del sector son:
- La totalización de los clientes, todavía no fieles a ninguna marca y con falta de consciencia del riesgo más allá de los seguros tradicionales.
- La adaptación de los productos a las nuevas necesidades y demandas de los clientes: Pago por uso, autogestión, prevención.
- La utilización de la tecnología y los datos para la eficientización de los procesos y la mejora de la experiencia.
- La consumerización de los productos para su consumo en digital.
- La contextualización en al venta, aprovechando touch points generados fuera de los canales tradicionales de los seguros y que demandan una mentalidad de plataformas.
