Jose Diez

José Díaz galardonado con el Premio de Arte The Cocktail - Nuevos Rituales

Un encuentro que celebra prácticas artísticas transgresoras y comprometidas que abordan aspectos sociales, culturales y políticos fundamentales de nuestro presente

Vivimos en un mundo en continuo cambio, donde el entorno, la cultura y la propia sociedad evolucionan y se transforman dando lugar a nuevos rituales.

 

Bajo esta premisa, tuvo lugar la primera edición del Premio de Arte The Cocktail - Nuevos Rituales, un encuentro que celebra prácticas artísticas transgresoras y comprometidas que abordan aspectos sociales, culturales y políticos fundamentales de nuestro presente. El galardonado de esta primera edición fue el artista José Díaz, por su obra pictórica Motorik (psicomotricidad), que trata sobre los compases diarios y la rutina, así como del ritmo y el ambiente de la ciudad de Madrid.

Este reconocimiento nace de la apuesta continua por parte de The Cocktail por participar activamente en la sociedad en la que opera. En esta ocasión, pone el foco en los rituales contemporáneos y en cómo estos configuran y redefinen nuestra realidad social. Desde la reimaginación de prácticas tradicionales hasta la creación de nuevas formas de interacción y participación, el arte contemporáneo nos invita a reflexionar sobre la intrincada red de significados que se teje a través de estos rituales en constante evolución.

 

El propósito es trazar un mapa de las conexiones emocionales, sociales y culturales que los rituales contemporáneos establecen en el tejido de la vida moderna. La práctica de conmemorar eventos importantes o expresar solidaridad a través de redes sociales; los movimientos de activismo social que buscan cambiar cuestiones críticas como la igualdad, la justicia social o los derechos humanos; así como la meditación y prácticas relacionadas con el consumo ético y responsable son solo algunos ejemplos de estos rituales contemporáneos.

 

Por ese motivo, el Premio de Arte The Cocktail - Nuevos Rituales se convierte en un espacio de exploración y diálogo, destinado a ofrecer una comprensión más profunda de cómo el arte contemporáneo es un poderoso agente de cambio y reflexión. Además, este premio ofrece una plataforma para artistas emergentes cuyas obras tengan un impacto significativo en la esfera del arte contemporáneo.

“Como compañía tenemos que participar activamente en la creación de discurso social en los contextos en los que trabajamos. Apoyar a artistas españoles nos parece una vía interesante para lograrlo”. 

Alberto Knapp, fundador de The Cocktail

Motorik, los compases diarios y la rutina de Madrid

 

El artista galardonado en esta primera edición fue José Díaz gracias a su obra Motorik. El creador madrileño utiliza la pintura como una forma de transportar dichos procesos a un entorno práctico que los hace visibles, en una transmisión de información donde existe una deformación y una construcción.

 

Este artista, que pinta mediante improvisación, busca generar un ambiente con un profundo significado simbólico a través de un acto de acción y reacción sin restricciones. Sus obras, que poseen una dimensión volumétrica relacionada con el 3D, revelan una superficie lisa y aterciopelada cuando se observan desde el perfil, con la intención de empaquetarlas y presentarlas como imágenes.

 

En esta obra hace uso del término Motorik (psicomotricidad), palabra popularizada por la crítica musical para referirse a un ostinato rítmico utilizado por bandas de género krautrock en Alemania Occidental a finales de los años sesenta y que hace alusión a la repetitiva aunque fluida sensación del ritmo, que ha sido comparada con la experiencia de conducir en una autopista.

 

Esta pintura habla sobre los compases diarios y la rutina, así como del ritmo y el ambiente de la ciudad de Madrid. Una rutina saturada de lo cotidiano, tanto física como virtual, con una dinámica futurista, propia de la ciudad tecnológica: el asfalto, la señalética, los neones, la espeleología urbana o las repeticiones estroboscópicas propias de los clubs. 

“Motorik quiere inspirar el estar y habitar en la ciudad, pero sobre todo su ambiente: la presión, la depresión, el correr de un punto a otro, o el ir de un trabajo a otro. Busca unir todos esos trabajos en una especie de experiencia alucinógena que refleja todo lo que vas reteniendo durante todo ese trayecto que no te deja pensar”

José Díaz